Mis teléfonos celulares – Actualización 2023: incluye ejemplos de fotos tomadas con algunos de los equipos mencionados.

Mitsubishi T200

Fue el primero que tuve, me lo vendió una amiga, ya era un aparato de medio uso, y ella lo vendía porque alguien se lo había dejado empeñado. Lo compré en diciembre de 2001, nunca antes había tenido un celular, tampoco me moría de ganas por tener uno, pero lo vi como una buena oportunidad. Ya no recuerdo si me lo dio en $200.00 ó en $400.00 pesos mexicanos (unos $20 ó $40 USD de la época).

Nunca supe por qué al salir de mi región asignada, en vez de la leyenda «Telcel PCS» la pantalla cambiaba a «Neutral». Supuse que era precisamente por salir de mi región, pero el de mi jefa del trabajo de ese entonces siempre decía «Neutral» dentro de su región, que era la misma que la mía. Lo dejé de usar hasta finales del año 2004.

ACLARACIÓN: En México, mi país de origen y residencia, la telefonía celular se distribuía dividiendo al país en 9 regiones diferentes, las cuales abarcaban diversas entidades federativas contiguas entre sí. En el año 2015 se eliminó esta división, y desde entonces todo el país es una región única.

Mitsubishi T200
Me gustaba:
  • Su recepción de señal, era bastante aceptable.
  • Poder mandar mensajes SMS fue una grata sorpresa, pensé que era un teléfono que sólo hacía y recibía llamadas.
  • ¡Era pequeño para la época! En ese entonces, la tendencia era miniaturizar más y más los teléfonos celulares, y este terminal se veía moderno.
  • Sus menús estaban en castellano.
  • Teclado retroiluminado, en la total oscuridad lo podía usar sin problema alguno.
No me gustaba:
  • Pesaba casi lo mismo que su batería. (Eso sigue siendo un tema hoy en día; pero por otras causas).
  • Tenías que sacarle y meterle la antena, y se podía romper, en este punto seguía la moda impuesta por el Motorola StarTac de antena retráctil.
  • Sus tonos eran más bien bajos en cuanto a volumen, y no siempre lo escuchaba.
  • No vibraba; pero en esa época dicha característica estaba reservada a los terminales de «gama alta».
  • Tenía pocos tonos y no le podía agregar más, aún estábamos a años-luz de las opciones para agregar y quitar funciones, los equipos los adquirías con lo que traían de serie y tus opciones eran: 1)Aguantarte: ó 2)También tenías la opciónde aguantarte.

Nokia 1100

Fue mi segundo celular, comprado a finales de 2004, ya era «nuevo de paquete» y lo adquirí aprovechando el inicio de las rebajas en los precios de teléfonos celulares que hubo aquí en México por aquellos años. Ha sido uno de los mejores que he tenido, muy fácil de aprender a usar, su lámpara integrada era muy útil y traía juegos, así como un diccionario T9, de hecho, fue en este teléfono donde lo practiqué más*.

Lo usé menos de un año, de octubre de 2004 a marzo de 2005.

*Para quienes NO hayan escuchado jamás sobre el «diccionario T9», el cual ya cayó en un casi total desuso, aquí hay una pequeña explicación: https://es.wikipedia.org/wiki/Texto_predictivo

Nokia 1100
Me gustaba:
  • Su recepción, aunque por ser de la red GSM no podía competir con CDMA (dicha red aún existía y funcionaba excelente), no era tan fácil que se perdiera la señal.
  • La lámpara que incluía.
  • Los juegos.
  • Su pantalla tenía mejor definición que mi celular anterior.
  • Su facilidad para limpiar el teclado.
  • Sus tonos eran fuertes.
  • Tenía modo vibrador.
No me gustaba:
  • Pocas opciones para agregarle tonos (aunque incluía un compositor de melodías que nunca usé).
  • Pantalla en blanco y negro (o mejor dicho, en verde y negro), ya existían bastantes teléfonos con pantalla a color por aquellos años; aunque tampoco podía exigirle mucho en este sentido a un teléfono fabricado para el tercer mundo 🤷‍♂️
  • Su modo silencioso no lo era: al recibir un mensaje con este perfil activado emitía de todos modos un pequeño tono, la pantalla se encendía por unos pocos segundos, y vibraba !2 veces!, no podías quitar eso de ninguna manera.

Panasonic GD55

Mi tercer telefonito, ¡y vaya que era un telefonito! el más pequeño que he tenido a la fecha: 4.3 cm de ancho, 7.7 cm de alto (sin la antena) y 1.7 cm de profundidad, 65 gr. de peso. Otra vez un teléfono de medio uso, que mi esposa me compró sin consentimiento mío, se le hizo buen precio $300.00 pesos mexicanos en octubre o noviembre de 2005 (aproximadamente $29-$30 USD de la época), sólo me llamó para decirme que ya había hecho el trato con el vendedor, y a pesar de mis protestas, de todos modos me lo dio. Yo no quería tener un celular por el momento, no lo necesitaba y hasta me sentía más libre, además este tenía la antena rota o desconectada, por lo que realmente no recibía más que una o dos barritas de señal, y hablé a través de él 20 minutos cuando mucho. No lo quise llevar a reparar. En diciembre de ese mismo año, en unas vacaciones al Istmo de Tehuantepec se lo di a mi hermana, un año después lo encontré tirado en el patio y un invitado de una fiesta que hicimos «se lo robó». Pobre, imagino lo que ha de haber batallado para poder usarlo jajajajajajajaja.

Me gustaba:
  • Su tamaño: era realmente mini, cabía en la mitad de la palma de mi mano y fácilmente lo podía transportar.
  • Tenía tonos polifónicos y en generosa cantidad.
  • Su pantalla en colores azul y negro lo hacía verse diferente, en ese entonces, las pantallas monocromáticas eran casi todas verde y negro, o ámbar y negro.
  • Varios fondos para el protector de pantalla.
  • Su volumen era alto a pesar de su tamaño.
No me gustaba:
  • La resolución de su pantalla, en esos tiempos ya podían haberle incorporado más DPI´s.
  • El teclado a veces me parecía pequeño y un poco incómodo para usar, sobre todo si tenías que marcar algún número con rapidez, era más susceptible de que se marcase la tecla equivocada.
  • A algunas personas les daba risa un teléfono tan pequeño, decían que parecía de juguete.

Pantech PG 1410 (Zpiga)

Mi siguiente teléfono, el primero que traía cámara de los que he tenido, comprado a finales de marzo de 2006, fue un equipo nuevo, adquirido a meses sin intereses. Había visto que la publicidad estaba enfocada al género femenino pero no me importó, me gustó su diseño exterior «candy bar» (en ese tiempo la moda eran los modelos «clamshell» debido al éxito que estaba teniendo el Motorola V-3) y lo compré. Ha sido también uno de los mejores teléfonos que he tenido: tamaño adecuado, color bonito de la carcasa (el mío era negro), cámara, en fin. Lo tuve menos de medio año, en junio del mismo 2006 lo cambié por otro supuestamente mejor, pero mientras lo usé estaba encantado con él. Se lo di a mi esposa, quien comenta que en alguna ocasión se le cayó a la taza del baño («la taza sólo tenía agua», dice ella), y siguió funcionando como si nada. Tiempo después lo pudo vender a muy buen precio a un sobrino suyo. NO conservo fotos tomadas con este teléfono, no tenía modo de transferirlas a otros dispositivos en el año 2006.

Pantech Zpiga-PG1420
Me gustaba:
  • Su timbre en modo normal sonaba impresionantemente bien. En el modo «Exterior» lo mejor era no tenerlo tan cerca del oído.
  • Buena cantidad de tonos.
  • Vibraba muy bien, a pesar de su tamaño.
  • Traía un juego muy entretenido (Aqua Pang Pang).
  • Pantalla a colores.
  • Cámara con efectos y dibujos que podías agregar a las fotos (¡¡Ya existía eso en el año 2006!!).
  • Palanca central muy precisa y fácil de usar para manipular los menús, rara vez ejecutaba un movimiento que el usuario no deseaba.
  • Los iconos del menú principal mostraban una animación al poner el foco sobre ellos.
  • Se le podían poner fondos de pantalla animados en formato GIF, aunque había algunos que no se movían, nunca supe por qué. (Sí, ya existía el antecesor de los fondos animados que 3 años después nos lastimaron los ojos en Android 2.1 Eclair).
No me gustaba:
  • Para la tecnología que incluía, la resolución de su pantalla era un aspecto que podía ser mejor.
  • A pesar de tener un conector que era usado por varias marcas de teléfono, no era posible conectarlo a la computadora para transferir las fotos ni para cargar la batería, sólo servía para usar el manos libres. ACTUALIZACIÓN: En los comentarios, Rocko nos aclara que SÍ se podía transmitir información hacia una PC con un cable adecuado.

Skyzen EZ500

Mi siguiente teléfono, adquirido nuevo en junio de 2006, fue esta aparentemente chulada de equipo multimedia: Tomaba fotos VGA (resolución algo elevada para la época), tenía reproductor de mp3, cámara que giraba (sí, para selfies, aunque en ese tiempo no se les llamaba así ni de ningún modo), y 2 pantallas. Fue mi primer celular con memoria expandible (Micro SD) y la resolución de la pantalla principal era muy bonita, eso sí. Un sobrino de mi esposa lo quería, y en cuanto supo que yo lo vendía en noviembre de 2007, se ofreció comprarlo.

Acotación: En el año 2014, la empresa china Oppo presentó en México su modelo N3, cuya «novedosa novedad» era una cámara giratoria. A mí me pareció todo menos nuevo, porque 8 años antes, los que poseíamos este teléfono ya habíamos visto una cámara giratoria.

Me gustaba:
  • Su capacidad de reproducir mp3. Tenía una memoria interna de 60 MB, como para unas 15 canciones a 128 Kbps. Posteriormente le compré una memoria de 1 GB que jamás logré llenar.
  • La resolución de la pantalla, todo mundo decía que las imágenes se veían muy nítidas, en ese tiempo, 176×220 pixeles en 2 pulgadas (141 DPI) para dar 262,000 colores, eran algo a tomar en cuenta.
  • Que la cámara se pudiera girar.
  • Su doble pantalla.
  • La memoria expandible.
  • Se podía conectar a la computadora y ésta lo reconocía como «Unidad USB de almacenamiento masivo» sin complicaciones, de hecho, hasta un Windows Millennium Edition lo llegó a reconocer, y lograba acceder tanto la memoria interna del teléfono como a la memoria micro SD.
  • Los controles de audio en la parte externa, así no tenía que abrirlo para pausar, regresar o adelantar la canción.
No me gustaba:
  • Su firmware era lento y posteriormente supe que así eran todos los teléfonos de ese modelo.
  • Su diseño era rectangular, y parecía algo tosco. Después vendrían los diseños minimalistas (me imagino a los diseñadores: «no quiero pensar, así que solamente puliré el aparato como salga de la fábrica y le llamaré Estilo Minimalista. ¡Vengan mis millones!»).
  • Decía tener una función «Audio 3D» pero se escuchaba igual que casi todos los teléfonos de ese entonces, eso me pareció un truco de mercadotecnia barata.
  • Los botones superiores del teclado NO se iluminaban, se me ocurrió la ingeniosa idea de raspar el relieve de los mismos con una aguja de coser, y sólo se iluminaron parcialmente.
  • Aproximadamente una semana después de que la garantía se venció, la pantalla principal dejó de funcionar, aún podía usar todas las funciones, pero tenía que inclinar mucho el teléfono para ver su pantalla muy tenuemente iluminada. Tuve que pagar para que me lo repararan, pero a la semana volví a tener ese problema. Ya no lo reparé.
  • Cuando busqué soporte técnico en la página web del fabricante por el problema anterior, me atendieron al principio pero después me ignoraron por completo, desde entonces NO recomendé Skyzen.
  • En general parecía un teléfono diseñado a la carrera.

Una foto de ejemplo:

Av. Popocatépetl y Tlalpan

Resolución: 640×480. Profundidad en bits: 24.

Tomada desde el transporte público, en un momento en que iba lento. Las hojas de los árboles no tienen nitidez, y me parece que no tiene buen balance de blancos.

 

Nokia 6260

Fue el primer Smartphone que tuve, y por cortesía de mi jefa del trabajo, quien jamás aprendió a utilizarlo y en cuanto pudo cambiarlo me lo regaló encantada de la vida de deshacerse de él, al mismo tiempo, yo le ofrecí comprárselo por el problema de la pantalla de mi celular anterior. Me lo dio casi nuevo porque ella usaba muy poco sus celulares y los cuida muy bien. Al principio me gustó, pero al final no, y sólo lo usé como 2 meses y medio, de octubre a diciembre de 2007.

Nokia 6260

Me gustaba:
  • Sus funciones, muy avanzadas para la época.
  • Tenía un visor de archivos de Office (Sólo los equipos Palm, Blackberry, y los que corrían con Windows CE podían hacer eso en aquel entonces).
  • La resolución de su pantalla era excelente para el estándar: 2.1 pulgadas, 176×208 pixeles para un DPI de 130. Recuerden que en esos años aún se fabricaban y vendían muchos teléfonos con pantalla de 76×76 pixeles.
  • Su pantalla giratoria le daba un cierto aire sofisticado, con 4 posiciones distintas, y sí, en una de dichas posiciones podías tomarte selfies (seguían sin ser la cosa ridículamente importante que son ahora).
  • Podías conectarlo directamente a un proyector con el cable adecuado y presentar diapositivas de Power Point sin necesidad de una PC. Recordemos que para la época en que salió este modelo, los smartphones se enfocaban más a entornos de productividad.
  • En la parte de multimedia incluía radio FM con capacidad para guardar estaciones asignándoles un nombre, también traía reproductor de mp3 y espacio para tarjeta de memoria expandible (en formato MMC).
  • Su vibrador era extraordinariamente potente.
  • Tenía juegos.
  • Incluía conexión infrarroja Y TAMBIÉN conexión bluetooth, ambas dos.
No me gustaba:
  • Su tamaño: era un ladrillote, y nunca supe por qué Nokia no trató de miniaturizarlo más. De no haber sido por esto, lo habría conservado por años.
  • Para conectarlo a la computadora debía comprar un cable USB con conector propietario que me costaba casi $700.00 pesos mexicanos (unos $70 USD de aquellos años), o sea, lo mismo que muchos celulares básicos de la época. Nunca compré el cable, sólo servía con pocos modelos, todos de Nokia.

Una foto de ejemplo:

Foto(08)

Resolución: 640×480. Profundidad de color: 24 bits.

Me parece que a pesar de ser una toma en exteriores con luz de día, la imagen se ve algo granulada. Así solía tomarlas este modelo.

 

Nokia 5300

Ooooootro sobrino de mi esposa vendía este modelo por $1,500.00 pesos mexicanos en diciembre de 2007 (aproximadamente $130 USD de la época), ya de medio uso, incluso así era toda una ganga para uno de los aparatos más codiciados por la gente en ese año. Nokia sabía hacer bien las cosas, no sé cómo es que pudieron quebrar, pero en fin, ya sucedió. Yo desde que vi este teléfono anunciado junto con su hermano menor, el Nokia 5200, supe que debía tenerlo, y lo logré, para gran gusto mío, aunque muy pronto el gozo se fue al pozo: Unos 4 meses después lo olvidé en un baño y al regresar, cuando mucho 5 minutos después, ya no estaba, marqué y marqué, pero jamás lo pude recuperar.

Nokia 5300

Me gustaba:
  • Un celular enfocado a Multimedia, fotos, audio y video.
  • La resolución de su pantalla: 240×320 pixeles en 2.1 pulgadas, DPI de 190.
  • Su teclado deslizable, rompía con la hegemonía del «clamshell» y tampoco era «candy bar», sino un diseño más original.
  • Controles de audio laterales.
  • Su conexión/puerto USB era de entrada estándar (Mini USB), no propietaria, por lo que no necesariamente tenía que comprarle el cable a Nokia (aunque en la caja venía uno, que además incluía núcleo de ferrita, que es el «cilindro» en un extremo del cable).
  • Buen sonido sin auriculares.
  • La computadora lo reconocía sin problemas.
No me gustaba:
  • Su diseño cuadrado, era muy tosco para mi gusto (En el año que lo compré apareció el «minimalismo» en celulares que mencioné en mi reseña del Skyzen).
  • La cámara no siempre me respetaba la resolución que yo especificara para las fotos, por lo que muchas de ellas salían muy pequeñas sin que yo lo pidiera. No sé si era un bug, o yo no lo configuré adecuadamente.

Una foto de ejemplo:

Imagen007 (2)

Resolución: 1280×1024. Resolución horizontal: 72 ppp. Resolución vertical: 72 ppp. Profundidad de bits: 24. Representación de color: sRGB.

Buen balance de blancos, el color me parece un poco saturado, sobre todo en la arena

LG MG610c

Después de la sensible pérdida de mi querido Nokia, no me quedó más remedio que comprar otro y elegí éste, en abril del año 2008. Yo sabía que no tenía memoria expandible pero no me interesó, era algo temporal, o al menos eso pensé. Un teléfono pequeño pero muy bien hecho, para mi gusto un acierto del fabricante, a pesar de su tamaño la música se escuchaba bastante bien, y su cámara de 1.3Megapixeles (sí, uno-punto-tres) se me hizo excelente para ser un celular básico. Lo usé justo un año, hasta abril de 2009.

LG MG 610c

Me gustaba:
  • La resolución de su minipantalla era muy buena: 128×128 pixeles, 1.5 pulgadas, 121 DPI.
  • Todo el teclado estaba retroiluminado.
  • Traía un manos libres que se podía desconectar a la altura del micrófono y mostraba una entrada universal (de 1/8″). Eso me permitió conectarlo a la entrada auxiliar del estéreo del carro, o a cualquier aparato de sonido que tuviera una entrada auxiliar.
  • Es el teléfono con más variedad de tonos que he tenido (venían de fábrica), y muchos de ellos eran de distribución libre (se podían mandar por bluetooth).
  • Tenía bluetooth, eso realmente me impresionó, fue un plus muy agradable.
  • La computadora lo reconoció sin problemas.
  • Muy buena recepción, como muchos de la marca LG de aquella época.
  • El firmware era muy rápido.
  • Tenía un identificador de llamadas con foto y un fondo animado muy bonito.
  • ¡Incluía juegos!
  • A pesar de su tamaño, el sonido era fuerte y nítido, varias personas se sorprendieron cuando me vieron sacarlo por primera vez al contestar una llamada, no esperaban que un aparato tan pequeño hiciera un ruido tan sobrado para él.

No me gustaba:
  • No tenía memoria expandible.
  • Cuando busqué soporte técnico vía correo electrónico para usarlo con el sistema operativo Windows Vista se limitaron a decirme que «sólo hay controladores para Win XP», y ya no respondieron mi pregunta acerca de si iba a haber para Win Vista.
  • El mismo manual advertía que se calentaba por uso normal, sobre todo cuando se usaba multimedia, eso me tiró algunos tratos cuando lo quise vender; no creían que era normal y que al teléfono no le pasaba nada.

Una foto de ejemplo:

IMG043Resolución: 1280×960. Resolución horizontal: 96 ppp. Resolución vertical: 96 ppp. Profundidad de bits: 24

Poca nitidez, no se distinguen las hojas de los árboles.

Zonda 1098

La oferta me pareció realmente increíble: un celular nacional, multimedia por menos de $1,000.00 pesos mexicanos (unos $85 USD de la época), con cámara, reproductor de mp3 y radio FM. Al final, resultó que no era tan bueno como yo pensaba, y fue el celular que me convenció definitivamente de aquella máxima que dice «Obtienes aquello por lo que pagas». Dadas mis limitaciones económicas de ese entonces, tuve que usarlo por más de 1 año, de abril de 2009 a mayo de 2010.

zonda-zmem1098

Me gustaba:
  • Su tamaño era adecuado, con teclas ni muy chicas ni muy grandes.
  • Tenía buen acabado, de los últimos «clamshell», estilizado, delgado, brilloso, hasta un poco elegante diría yo.
  • Incluía radio FM y reproductor de mp3.
  • Fue de los primeros fabricantes que ofrecieron de regalo una tarjeta micro SD.
  • Tenía bluetooth.
  • Su recepción de señal GSM era sorprendentemente buena, mejor que la de algunos otros teléfonos de marcas más prestigiadas de la época.
No me gustaba:
  • La resolución de la cámara era bajísima: 352×288 pixeles (0.1 Megapixeles). Definitivamente NO eran los 1.3 Megapixeles que se prometían ¡BENDITO MÉXICO, NUNCA TE MUERAS!
  • El firmware se ponía lento al desplegar fotos.
  • Marcaba un error cuando querías visualizar fotos de 2 Megapixeles o más, y no las mostraba.
  • Tardaba mucho en desplegar las vistas preliminares de las imágenes.
  • La resolución de la pantalla era algo mejorable (176×220 pixeles).
  • No le podías descargar contenidos java o flash, o sea juegos y cosas por el estilo.
  • Sus menús eran de texto e iconos color naranja sobre fondo negro. Son colores elegantes pero a mí me parecían más bien algo tétricos, no sé por qué. Sé que esto es sólo percepción y atribuciones mías, muy personales.
  • Aunque su cargador era un cable micro USB, la computadora no lo reconocía como unidad de almacenamiento masivo, esto y lo de los juegos me lo dijo el vendedor cuando ya había pagado por él. Méndigo. Pero sí se podía cargar la batería con la computadora o con la entrada USB del estéreo del carro.

Una foto de ejemplo:

Resolución: 352×288 [¡de verdad!]. Densidad de pixeles: 96 ppp. Profundidad de color: 24 bits.

De las mejores imágenes que logré obtener con este teléfono, auxiliado mucho pr la luz de un día soleado del verano boreal en un lugar de clima tropical. Las hojas de las plantas no se distinguen.

Sony Ericsson W200A

¡Mi primer Sony Ericsson! Yo nunca fui fan de la marca, mi opinión personal es que no valían lo que costaban. Era un celular de medio uso, heredado de mi esposa, a quien le da lo mismo qué celular tiene mientras lo pueda utilizar. El medio uso se notó cuando mi hija lo trató con rudeza y le dio en la torre a la bocina. Los últimos días que lo usé tenía que ser con el manos libres para escuchar las llamadas. Empecé a usarlo en mayo de 2010 aproximadamente, hasta diciembre de ese mismo año.

Sony Ericsson W200a
Me gustaba:
  • Su firmware era rápido, después del fiasco del Zonda, yo sentía que tenía casi una supercomputadora en este teléfono.
  • Los temas para personalizar la interfaz, creo que esto fue un gran acierto de Sony Ericsson, ya que en un solo archivo tenías papel tapiz, tonos y esquemas de color para menús y pantalla. Algunos incluían hasta protector de pantalla (Screensaver).
  • Traía radio FM y reproductor de mp3 que también reconocía archivos de música en formato AAC.
  • Menús fáciles de entender.
  • Buen sonido en su bocina integrada.
No me gustaba:
  • Si lo usabas sin verlo, apretando botones «para ver qué pasaba», lo más probable era que terminaras haciendo una llamada o conectándote a internet, era un teléfono muy enfocado a llamar y conectarte en muchos niveles y opciones de menú. (Y a gastarte tu saldo).
  • La resolución de su pantalla podía ser mejor, era de 128×160 pixeles en pantalla de 1.8 pulgadas para un total de 114 DPI.
  • El que yo usé en particular traía algunas imágenes de Ricky Martin que no había forma de borrarlas.
  • Promovía en demasía que te conectaras a su tienda online, y como no tenía 3G ni WiFi, la conexión vía WAP salía en un ojo de la cara.

Una imagen de ejemplo:

Resolución: 1280×960. Densidad de pixeles: 72 ppp. Profundidad de color: 24 bits. Poca nitidez, el pasto no se distingue bien, tampoco los arbustos. Me parece que el balance de blancos es adecuado.

LG KM555g

Mi primer celular con tecnología 3G, aunque yo no lo compré por eso, sino porque estaba buscando uno que tuviera WiFi y pantalla touch (y que fuera barato). Por un tiempo estuve bastante contento con él, y quería durar bastante poseyéndolo, hasta lograr cambiarlo por un smartphone, no de esta marca, sino de alguna otra que no fuera LG ni los mugrosos Xperia de Sony Ericsson, ambas marcas me desilusionaron. Lo compré aprovechando las ofertas navideñas de diciembre de 2010 y lo tuve hasta agosto de 2012 (la pobreza perenne, hij@s mí@s).

LG KM555g
Me gustaba:
  • Su pantalla full touch capacitiva.
  • Su recepción era algo impresionante, no sé si sea por tener 3G o por qué motivo, el caso es que tenía señal donde nunca antes había tenido adentro de casas, oficinas y zonas de señal débil.
  • Muchas funciones ya integradas (ahora llamadas apps).
  • Su cámara de 3 Megapixeles.
  • Tenía WiFi.
  • Le podía descargar muchas aplicaciones Java (tantas como cupieran en la memoria).
  • Tarjeta Micro SD de 2 GB de regalo.
  • Tenía un sitio de internet dedicado para descargar fondos y tonos, así como algunas aplicaciones. Lo quitaron cuando quisieron darle impulso a su -en ese entonces- novedosa línea de smartphones. Luego lo volvieron a poner disponible para featured phones.
No me gustaba:
  • A veces se congelaba, le tenía que sacar la pila y volvérsela a poner para que pudiera volver a funcionar. Lo peor es que sabía que LG no me iba a hacer caso con el firmware, cuando eso empezó a suceder, estaban enfocados en posicionar sus equipos de alta gama, y para el resto de los teléfonos tenían un servicio post venta deplorable.
  • No lo podía personalizar más que en fondos y tonos, los colores del sistema no los podía cambiar, y sólo traía 2 temas, sin que le pudiera descargar más, ni instalárselos, ni programarlos para instalárselos, nada.
  • El hecho de que estuviera basado en Java lo hacía un «patito feo», ya que muchas aplicaciones para móviles empezaban a salir sólo para Android, Blackberry, Symbian, iOS, y/o Windows Phone, dejando de lado a quienes no teníamos dinero para comprarnos un celular con alguno de estos sistemas operativos. Cabe aclarar que esto no era sólo culpa de LG, sino del mercado.
  • Su conectividad USB era en versión 1.1; o creo que hasta 1.0. ¡¡Era lentísimo para transferir un CD de la PC a la tarjeta MicroSD!! un atentado a la paciencia del santo Job, sin duda alguna. Lo más extraño es que este teléfono era del año 2009, cuando el estándar USB 2.0 ya llevaba por lo menos 7 años en el mercado.
  • Su memoria para mensajes SMS (aún eran el medio preferido por la mayoría para comunicarse por texto) era de sólo 250 mensajes, si se llenaba ya no recibía más, sólo mostraba una notificación de que borraras algunos para poder recibir los nuevos. En esa época, así solían funcionar aún muchos teléfonos celulares.

ACTUALIZACIÓN 2011:

Desde junio de ese año, LG anunció que YA NO iba a dar más soporte a este tipo de teléfonos, llamados «Featured Phones». Especificaban claramente que se iban a enfocar a dar soporte ÚNICAMENTE a sus teléfonos que tuvieran sistema operativo Android. Me dejaron fuera de la jugada, fue una decisión a nivel corporativo (en Corea del Sur) y yo no tenía (ni tengo aún) el poder para que alguna de las personas que la tomó me escuchara siquiera. ¡Mandé a LG al demonio!

Me perdieron como cliente.

ACTUALIZACIÓN 2012:

A mediados de agosto de ese año, unos tipos se subieron a robar exclusivamente celulares en un microbús (Microbús: transporte público deplorable de la ciudad de México) y no pude ocultar el mío. Se lo llevaron con todo y la tarjeta SIM y la Micro SD. Para estas fechas, ninguno de los botones físicos del teléfono funcionaba, había gastado unos $200.00 MXN en arreglarlo porque un día, en el mes de marzo de ese año, la pantalla se puso color verde limón y el teléfono no funcionaba. El arreglo funcionó; pero el botón de encendido/apagado fue el primero en dejar de servir. Posteriormente, el resto de los botones físicos (control de volumen, el que activaba la cámara y el que activaba el reproductor de música) dejaron de servir también, asimismo, a través de los audífonos la música y el radio se escuchaban muy bajo. Mi manera de encenderlo y apagarlo era presionar el borde superior de la pantalla, y ya no había día que yo no hiciera corajes con este aparatejo.

Logré desactivar la tarjeta SIM en la página web del operador (América Móvil/Telcel) sin mayor problema; pero ya no pude recuperar mi saldo (unos $16.00 MXN, aproximadamente $1.20 USD al tipo de cambio de esos días, tampoco era la gran cosa). Posteriormente, aprovechando una ley mexicana recién puesta en marcha en ese entonces, y que permite desactivar el aparato con el operador a través del número IMEI (presentando la documentación que acredite la propiedad del teléfono), acudí a desactivarlo. Espero que quien lo haya comprado haya batallado como yo batallé con él, y que haya hecho corajes cuando vio que ya no iba a poder usarlo.

Una foto de ejemplo:

Resolución: 2048×1536. Densidad de pixeles: 96 ppp. Profundidad de color: 24 bits.

Buen balance de blancos, saturación adecuada, se perciben más detalles en las hojas de los árboles.

Nokia 2690

Por las estrecheces económicas que en mi caso ya parecen crónicas-perennes-para siempre-forever-never-ever, ante la inesperada pérdida de mi «amado» teléfono LG (Jajajajaja), me vi en la necesidad de usar el que venía siendo el teléfono de mi esposa, y que ella no reportaba problema con él. Así pasó a mi propiedad, y ella comenzó a utilizar un Nokia C3 de poco uso que logró adquirir a muy buen precio. Inicié entonces con él en agosto de 2012 y hasta febrero del año siguiente.

nokia-2690-azul
Me gustaba:
  • Su resistencia: soportó caídas y más caídas, sin perder NADA de funcionalidad. inclusive, la mica que protege la pantalla tenía ya una cuarteadura que no afectaba la visión porque estaba cerca de un borde negro, pero no avanzaba porque este material es muy resistente, se trata del policarbonato.
  • Se le podían instalar temas, ¡aún cuando escribí sobre él en esta entrada (octubre 2012) había un sitio web de Nokia dedicado a este teléfono que en realidad era de gama bajísima!
  • Tenía radio FM, cámara VGA (640×480 nativos) y reproductor de música, así como espacio para una tarjeta Micro SD.
  • Su bocina en el modo de altavoz era más potente que mi anterior celular, el LG.
  • NUNCA se me bloqueó, podía usar varias funciones a la vez (radio, mensajes SMS y juegos) y ni siquiera se ponía lento.
  • Como buen featured phone, su batería duraba días enteros, en un viaje de toda la noche en autobús, me lo llevé escuchando música, y se descargó del 100 al 63% solamente.
No me gustaba:
  • La resolución de su pantalla podía ser mejor, 128×160 pixeles en 1.8 pulgadas (114 DPI) (Creo que esta es una queja que tengo de casi todos los celulares que he usado).
  • El teclado se me hacía un poco duro. Asimismo, su diseño de una sola línea para 3 teclas numéricas diferentes (en vez de teclas individuales) hacía poco confiable el marcado si no estabas viéndolo.
  • La tecla Navi (sí, aún existía) NO estaba retroiluminada, no tenía ningún tipo de iluminación, de hecho.
  • Se le estaba cayendo la pintura, por uso normal. Alrededor de la pantalla, así como el borde que rodeaba a la tecla Navi, también en el borde externo junto a las teclas suaves y las de iniciar y terminar llamada ya no tenía pintura, se veía el plástico negro. Esto era cuestión meramente estética, el teléfono funcionaba perfecto; sin embargo, no sé qué tan tóxica pueda ser esa pintura, yo evitaba que mi hija, quien en esa época tenía entre 3 y 4 años, agarrara este teléfono, la pintura se desprendía sin esfuerzos.

Una foto de ejemplo:

Resolución: 1600×1200. Densidad de pixeles: 300 ppp. Profundidad de color: 24 bits.

Un poco granulada, parece que hubiera un poco de niebla en la escena pero no la había.

Nokia C3

Una amiga de mi esposa dejó este celular, comentando que «estaba muerto». Se lo regaló y ella a su vez me lo dio. Era un featured phone que quería ser smartphone y casi lo lograba; pero no. Lo usé de manera temporal, sólo tuve que ponerle un chip GSM, tal como me dijo mi esposa, y funcionó, casi sin problemas. Pero queda el «casi». Disfruté con él a partir de febrero del año 2013.

Nokia C3
Me gustaba:
  • A pesar de tener una pantalla chica, su resolución era bastante aceptable y se podían ver fotos con gran detalle. Era de 320×240 pixeles en una pantalla de 2.3 pulgadas, con DPI total de 174.
  • Tenía muchas funciones que lo hacían parecer casi un smartphone.
  • El teclado físico, y además en modalidad QWERTY lo hacían muy práctico. Aún estaba muy de moda el estilo Blackberry.
  • Su pantalla de inicio personalizable, junto con sus teclas también personalizables, lo hacían muy ergonómico.
  • Su posibilidad de extraer la tarjeta Micro SD sin tener que apagar el teléfono (aunque era una posibilidad limitada: necesitabas asegurarte que no hubiera ninguna función del teléfono que estuviera tomando datos de la tarjeta en el momento que quisieras sacarla).
  • Conectores de audio y USB universales (1/8″ y micro USB, respectivamente) que no te obligaban a tener que comprar el cable precisamente a Nokia, aunque creo que muchos fabricantes ya lo hacían así para esa fecha.
  • Aún tenía activa la Ovi Store y Nokia Suite.
  • Conexión Wi-Fi.
  • Un cliente de correo electrónico para webmail que funcionaba aceptablemente si lo que querías era solamente escribir un correo, sin enviar archivos adjuntos ni nada por el estilo.
No me gustaba:
  • Tenía un falso contacto con la batería, y a veces con el movimiento normal de traerlo, digamos, en la bolsa del pantalón, hacía que se apagara y yo ni cuenta me daba muchas veces, aunque esto es por uso, NO un defecto de fabricación. O al menos eso quiero pensar.
  • Al retirarle la batería, aunque fuera por 1 ó 2 segundos, se borraban los ajustes de fecha y hora, y había que configurarla de nuevo. Supongo que su batería interna ya había dejado de servir.
  • Su navegador de internet manejaba poca memoria, con páginas «pesadas» me ponía una leyenda sobre la memoria llena, y al darle «aceptar», cerraba todo el navegador.
  • Al cargar videos de YouTube se abría una app propia, la cual no siempre cargaba la imagen, sólo el audio. Y siempre cargaba las imágenes en resolución baja. Si lo intentabas abrir desde su navegador web, en automático te redirigía a esa app y no había forma de evitarlo.
  • NO había forma de evitar que Whatsapp 😮 estuviera conectado todo el tiempo: si no había conexión WiFi, en automático se conectaba con el puerto de datos, y el consecuente gasto del saldo. La página de Whatsapp especificaba que la versión de su software para el sistema operativo de este teléfono (Nokia S40 Series) estaba programada para que Whatsapp estuviera conectado SIEMPRE.
  • Aunque tenía su propio cliente (app) para Facebook y Twitter (una sola funcionaba con ambas redes sociales), la estética dejaba muchísimo qué desear: no mostraba vistas previas de las imágenes ni tampoco los álbumes de fotos de Facebook.

Una foto de ejemplo:

Resolución: 1600×1200. Densidad de pixeles: 300 ppp. Profundidad de color: 24 bits.

Un poco granulada, se perciben pocos detalles finos.

Samsung Galaxy Young

Mi segundo smartphone, con sistema operativo Android 2.3, y comprado después de múltiples gestiones con un chico que lo quería vender; pero que sus papás no lo dejaban venderle nada a nosotros, cuestiones de problemas ya pasados. Nuestra hija de 3 añitos echó el Nokia C3 de mi esposa a una pecera, no nos dijo nada, y cuando nos dimos cuenta el cel ya se había dañado. Luego entonces, con el de mi esposa funcionando a medias, el mío funcionando en «Modo No Confiable», y poco dinero, pues teníamos que buscar la manera de reemplazarlos poco a poco. El primero que pudimos obtener fue este Galaxy Young. Ella se regresó a usar el Nokia 2690 e insistió en que yo usara éste, aunque como ella gestionó y cerró la compra, yo preferiría que los usáramos al revés; pero no quiso. Con él estuve sólo marzo y abril de 2013.

Samsung Galaxy Young
Me gustaba:
  • El sistema operativo, aunque incluso en esa época ya no era el más reciente de Android (el más reciente en ese entonces era Android 4.1 y 4.2 Jelly Bean), permitía descargar muchísimas aplicaciones de Google Play (conocido como «Android Market» en aquella ya lejana época).
  • Tenía GPS.
  • Podía ser modificable en ciertos aspectos por ser un modelo conocido (hacerle root, y así).
  • Ya incluía bloqueo de pantalla de secuencias de puntos.
  • El botón de control de volumen funcionaba aunque el teléfono estuviera bloqueado.
  • El alcance de su WiFi era bastante aceptable.
  • Tenía un muy buen tamaño para la época.
  • Mostraba las páginas de internet como en la pantalla de las PC con el navegador de stock de Android (aún no se imponía el criterio de hacer versiones de páginas exclusivamente para teléfonos móviles).
  • Apagaba la WiFi cuando no detectaba ninguna señal, y la encendía al detectar una, eso ahorraba un poco de batería. En esos años, en el tercer mundo muchos aún no necesitábamos estar conectados a internet 24 horas al día, así que no había problema si no usábamos el teléfono por algunas horas.
No me gustaba:
  • Su poca memoria interna, al instalarle 4 ó 5 aplicaciones ya estaba mandando mensajes de falta de memoria. Tuve que aprender y seguir el procedimiento acostumbrado en estos casos, y que era hacer root.
  • Me parecía que el inicio era un poco lento; pero sé que era consecuencia inevitable del aumento en la complejidad del S.O.
  • Su cámara era de sólo 2 Mpx. En la época en que fue fabricado, la doble cámara era aún un sinsentido.
  • La poca duración de la batería; aunque con todos los smartphones pasa eso.
  • El volumen del altavoz no era tan alto como los de Nokia, aquí sí, punto para Nokia, hasta después yo no había encontrado altavoces más potentes que los de ellos.
  • NO sonaba la alarma que traía de fábrica si el teléfono estaba apagado, eso me extrañaba muchísimo, pensé durante muchos años que los coreanitos de Samsung pretendían que lo tuviéramos encendido siempre, después, averigüé que era porque el procesador NO permite programar que el teléfono se encienda solo, como sí se podía antaño.

Una foto de ejemplo:

Resolución: 1600×1200. 72 ppp. Profundidad: 24 bits.

Un teléfono sin autofocus, fotografió borroso al caracol, y enfocó con nitidez el fondo.

Huawei Ascend Y200

También conocido como U-8655, este celular de la empresa china me estaba haciendo ojitos desde que había salido su predecesor, el Huawei Y100, considerado en Latinoamérica como «el smartphone para los pobres». Cuando vi sus características pensé que eran todas reales, y esto aunado a una oferta en el precio en mayo de 2013, me hicieron decidir entusiasmadamente la adquisición, conseguí que me prestaran una tarjeta de crédito y me lancé venturoso a la compra. Durante los primeros 3 meses estaba encantado con él, tomaba fotos muy decentes (en el día porque no tenía flash)… hasta que decidí exprimir su potencia.

Huawei Ascend Y200
Me gustaba:
  • La resolución de su pantalla, me había acostumbrado a la del Galaxy Young, y al ver que el Y200 tenía más DPI, así como una pantalla media pulgada más grande, me sentía casi en el mundo de la HD, a pesar de que era de 320×480 pixeles y 165 DPI solamente.
  • La interfaz (capa de personalización), se me hacía muy bien cuidada, y aunque no era precisamente la capa Emotion, de todos modos me parecía que hicieron un buen trabajo en el detalle de los iconos, aún no incluía casi nada de ese bodrio llamado «Material Design».
  • La potencia de su bocina. Aunque en la entrada anterior le di el punto para Nokia, el Y200 realmente sonaba fuerte, se escuchaba con claridad a varios metros, y si ponía como despertador alguna canción que iniciara con guitarra eléctrica, seguro me despertaba sobresaltado. La bocina era tan grande, que cuando lo traía en el bolsillo se le pegaban monedas pequeñas que tuvieran Níquel en su composición.
  • Su batería cargaba extraordinariamente rápido. La caja decía que cargaba de 0% a 100% en 90 (noventa) minutos y era cierto. Fue el celular que he tenido, que más rápidamente cargaba su batería.
  • la posibilidad de borrar un poco de memoria caché desde la sección de configuración de aplicaciones.
  • Se le podía hacer root, y funcionaba.
  • Su cámara de 3 Megapixeles, no era la gran cosa, pero las fotos se veían bien inclusive en pantallas de computadora.
  • Sus botones capacitivos en la parte inferior: nada de botones físicos, y además, estaban retroiluminados. Este modelo de hecho sólo tenía botones físicos para encender/apagar, y para subir/bajar volumen.
No me gustaba:
  • Su poquísima memoria RAM: 156 MB (sí, ciento cincuenta y seis MB) ponían de rodillas al procesador de 800 Mhz que tenía: era lento, lento, lento con sólo abrir la aplicación de YouTube, y si quería entrar a una página de internet con algún navegador y activaba en ella algún cuadro de diálogo para escribir algo, Android ¡¡cerraba el teclado!! para preservar la estabilidad del sistema y evitar «cuelgues». Todo porque la memoria RAM se acababa en un santiamén.
  • La imposibilidad de que Android se actualizara a nada, aquí fue cuando choqué de frente contra ese muro infranqueable que es la Fragmentación en Android.
  • A los 8 meses de haberlo adquirido empezó a hacerse irremediablemente más lento, me ponía un icono de sincronización en el área de notificaciones, y no había modo de quitarlo, ni desactivando la sincronización automática de aplicaciones como Whatsapp o Facebook. Hasta llegué a pensar que tenía algún tipo de virus.
  • Si al estar apagado lo conectaba a la toma de electricidad para cargar la batería, automáticamente se encendía y entraba al Clockworkmod Recovery, cosa peligrosísima que exponía al teléfono a ser permanentemente dañado por alguien curioso e ignorante. Esto pasó después de haberle hecho root.
  • No había accesorios para este modelo, en esas épocas ¡nadie conocía la marca!, y muchos pensaban que era «un clon chino», «un genérico chino», «importado ilegalmente de China», y cosas por el estilo. Sus micas protectoras las vi a la venta un año después, cuando yo ya no lo estaba usando.
  • Ha sido el único celular que he comprado, y que de fábrica NO traía ningún audífono manos libres, muy austero el paquete. Después de todo, eran «smartphones para pobres».

Una foto de ejemplo:

Resolución: 2048×1536. Densidad de pixeles: 72 ppp. Profundidad de color: 24 bits.

Mucho antes de que la marca incluyera inteligencia artificial en sus cámaras, las fotografías en exteriores con luz del sol eran aceptables. Se perciben algunos detalles en las hojas de los árboles, el color del cielo se ve un poco pálido respecto a lo que el ojo humano percibía.

M4Tel SS880

Después de usar el «smartphone barato», decidí hacer un mayor esfuerzo económico para comprarme algún otro modelo más potente, y que no tuviera que terminar cambiando en menos de un año, la verdad es que no tenía (ni tengo) dinero para hacer eso, ni le veía (ni le veo) el caso. El mismo sobrino del Young decidió venderme este modelo, mexicano igual que el Zonda, ya con Android 4.0 (ICS) en febrero de 2014, y creo que traía «Android Puro», o su capa de personalización era muy simple, no lo sé.

m4tel-ss880
Me gustaba:
  • El tamaño de su pantalla y la resolución. Seguía sin ser de las glamorosas HD, Full HD, ni nada por el estilo; pero para mis ojos, 480×800 en una pantalla de 4.3″ con 217 DPI´s, que me parecían bastante nítidos.
  • El tamaño de las fotos que sacaba, el flash y la función de autofocus. Como dato curioso, varios sitios web de prestigio decían que traía una cámara de 5 Mpx, mientras que yo veía que podía tomar fotos a 8 Mpx nativos. Esto me hace pensar en 2 posibilidades: 1) esos sitios web se equivocaban, o bien 2) la cámara SÍ era de 5 Mpx; y el fabricante le añadió «esteroides anabólicos de software» para aumentar digitalmente las imágenes a 8 Mpx.
  • Más potencia=más capacidad (al menos en teoría).
  • Memoria interna particionada en 2, para que una de ellas funcionara como memoria SD, y era inmune al formateo de fábrica.
  • Botones capacitivos retroiluminados.
  • 2 modos nativos de hacer capturas de pantalla (NO necesitaba descargar ninguna app para ello). Recuerden que Android ICS aún NO incluía esta funcionalidad de serie, si el fabricante quería la agregaba, si no, no.
  • Podía grabar videos con resolución HD.
  • Su reproductor nativo de música traía muchas opciones de configuración y mejoras de audio, incluyendo ecualizaciones predeterminadas y personalizables, potenciadores de sonido, refuerzos de graves, etc., para nada era una aplicación básica y evitaba tener que usar el almacenamiento para descargar alguna app que hiciera todo eso.
No me gustaba:
  • Su gestión de memoria RAM dejaba mucho que desear: con el uso normal, su RAM se iba llenando; pero al ir cerrando aplicaciones y/o ir desinstalando, la RAM NO se vaciaba, de modo que al entrar a la configuración de las aplicaciones, observaba que quedaba muy poca RAM libre, pero si dejaba de usar el teléfono un rato veía cómo se iba liberando, a veces hasta más del doble. Nunca supe si era cosa del fabricante, o de Android ICS.
  • Por el problema anterior, la RAM mal gestionada le hacía perder mucha potencia al procesador de 1 GHz.
  • Era un poco pesado, relativamente hablando.
  • Como era una marca mundialmente desconocida, tampoco había accesorios para él en casi ninguna parte; se los tenía que comprar al fabricante, al precio que quisiera, y con costos de envío exorbitantes.
  • Si se le cambiaba el perfil de audio desde la barra de notificaciones, se perdían las personalizaciones que se le hubieran hecho a la opción «Mi Perfil», y se regresaba a los tonos y volumen predeterminados de fábrica.
  • Usar el radio FM que traía integrado era una pesadilla: al activarlo podía dejar de escucharse de repente, sin embargo, la aplicación NO se cerraba, sino que mostraba una animación en la parte inferior que representaba la búsqueda de señal de FM. Si conectaba primero el audífono y luego abría el radio (en ese orden), volvía a mostrar la animación en la parte inferior, y no se escuchaba nada. Me funcionaba activar primero la aplicación y al ver el mensaje de error de falta de audífono, entonces conectarlo. Cabe aclarar que esta solución NO siempre funcionaba. Algo que observé es que si cerraba por completo los procesos que controlan el audio del equipo, inclusive cerrándolos desde la opción «Procesos en caché» de la configuración de Android, entonces el radio FM volvía a funcionar. Eran muchos pasos, muy engorrosos, y Android tiene la pésima costumbre de no cerrar procesos, además de volver a abrir automáticamente y SIN AUTORIZACIÓN muchos que ya cerraste. Todo esto me hizo pasar muchos corajes, era desesperante.
  • Al ir actualizando la aplicación de Facebook (¿quién carajos puede estar sin Facebook actualmente? Aunque lo detestes, todo mundo se comunica ya por este medio) observé que se iba haciendo más pesada; no obstante, llegó un momento en el que Facebook ocupó ¡¡¡toooooooooda la RAM disponible!!! (500 MB), y también empezó a aparecer la advertencia de falta de espacio en la barra de notificaciones. Imagínense: RAM pésimamente gestionada, y una aplicación que pretende tragársela toda, pues fatal combinación. Tuve que desinstalar algunas otras apps, borrar A DIARIO archivos temporales con una aplicación llamada All in One Toolbox, (que funcionaba extraordinariamente bien) y llegó un momento que ni así podía usar el teléfono: ya estaba sumamente lento. La única solución que me funcionó fue regresar a usar la versión de fábrica de Facebook, más antigua pero menos pesada. (Este celular tenía las aplicaciones de Facebook y Twitter como «de sistema», por lo que era imposible desinstalarlas si no eras root).
  • Ni siquiera el fabricante sabía lo que estaba vendiendo: le comenté el problema anterior vía Facebook a quienes responden los comentarios en la página oficial de Facebook de la marca, y su «maravillosísimo» consejo fue: «mueve datos como fotos y archivos de audio y video a una tarjeta MicroSD externa». Eso me hizo enojar, les expliqué en los términos más decentes que pude que el problema no era ése; sino las aplicaciones que devoran RAM. Me respondieron nuevamente diciéndome que la opción que me habían dado era la única disponible, me explicaron también con términos más sencillos cómo pasar fotos, audios y videos a una Micro SD y esto acabó con lo poco de paciencia que me quedaba, así que les respondí que eso no me servía, les expliqué nuevamente mi problema y les pregunté si entonces lo rooteaba. Sigo esperando su respuesta (la cual ya me interesa para 2 cosas). ¡Bendito México, nunca te mueras! (Sí, otra vez).
  • La entrada Micro USB/Cargador eléctrico estaba al revés: la parte del contacto en el cable que tiene las esquinas redondeadas se tenía que poner hacia abajo, cuando en la mayoría de los celulares se tenía que poner hacia arriba. No sé si era cuestión de diseño o error de ensamblado; pero si alguien no observaba este detalle, lo más probablemente era que terminara dañando el centro de carga del teléfono al intentar conectarle un cable del modo en que se ponían en casi todos los otros celulares (¡Vaya manera de echar a perder un poka-yoke!).

Una foto de ejemplo:

f/2.8. ISO: 105. Velocidad de obturación: 1/1600 s. EXP: 0.

Se logra distinguir un buen nivel de de detalle en la palmera y en las nubles, así como las huellas de los autobuses en la arena. Los colores son muy realistas. La imagen la tomé desde un autobús en un momento en que iba lento.

LG L7

Una oferta para este equipo y yo, que dije que no volvería a comprar LG, aquí estaba, usando POR TERCERA VEZ esta marca. Era un aparato que incluía un procesador de 1 GHz y un poco menos de 512 MB de RAM, con pantalla de 4.3″ y resolución de 480×800 Pixeles… ¿No era eso lo mismo que traía el M4Tel? Pues sí, pero parecía que este equipo gestionaba mejor sus recursos, finalmente, es una marca mucho más establecida y con un prestigio que requiere mantener. Teniendo esto en cuenta, en diciembre de 2014 me hice de este equipo.

LG L7.png
Me gustaba:
  • Su pantalla parecía más iluminada: lo usaba con una configuración de brillo de 20% y era muy legible.
  • Se notaba que le dedicaron tiempo a su capa de personalización, iconos detallados, colores congruentes, y menús ligeramente más intuitivos.
  • Se podía configurar la pantalla principal para que al desplazarse entre una y otra, la imagen de fondo se quedara estática, es decir, no se deslizara. Para mi gusto personal, prefiero imágenes de fondo que NO se muevan.
  • Era muy delgado y ligero, me sentía muy cómodo usándolo.
  • Al ser una marca reconocida, en muchas partes podía encontrar accesorios para él.
  • A pesar de que tenía inclusive menos RAM que el M4Tel (este LG mostraba 484 MB versus 500 MB del anterior) y un procesador a los mismos MHz, funcionaba más rápido y las aplicaciones iban más fluidas. En este punto tengo que aclarar que, a diferencia de mis anteriores Androids, con este celular preferí utilizar el modo «escritorio limpio»: uno o ningún acceso directo en la pantalla principal, sólo el widget del clima en una pantalla. Me di cuenta que al agregarle accesos directos, esto enlentecía el teléfono en un grado que sí era perceptible.
  • Sus acabados exteriores se veían más elaborados, siguiendo el estilo de la línea Optimus que manejaba la marca por aquellos años.
  • Su cámara de 8 Mpx, con flash y autofocus.
  • Tenía aviso visual y sonoro para indicar que la batería estaba totalmente cargada.
  • LG lo actualizó de Android 4.0 a Android 4.2 (de Ice Cream Sandwich a Jellybean), y sí se notó una mayor fluidez en el manejo diario. Recuerden que era la época en que Google implementó su «Project Butter» después de infinidad de quejas respecto a lo que se denominaba «LAGdroid«.
No me gustaba:
  • Siguiendo la filosofía de LG, no era tan personalizable en ciertos aspectos: NO podía cambiar la resolución de las fotos en la cámara con su aplicación de stock, por ejemplo, aunque manejaba otras opciones.
  • El reproductor de música predeterminado NO tenía ecualizador, ni otras opciones para mejorar el audio.
  • El radio FM NO incorporaba RDS.
  • Al conectarlo a la electricidad, en la barra de notificaciones aparecía un mensaje de que la batería se estaba cargando lentamente, y no había modo de evitar que eso pasara. Yo veía que tanto si aparecía ese mensaje como si no, el tiempo de carga era el mismo.
  • Al apagarlo y volverlo a encender buscaba archivos en la tarjeta Micro SD externa como todos los Android; no obstante, este celular era muy tardado para hacerlo, y mientras, no podía acceder a dicha tarjeta para ver las fotos desde la galería, si lo intentaba, marcaba un error. Esto se solucionó cuando Android se actualizó a 4.2, seguía explorando la memoria externa; pero lo hacía mucho más rápido, en menos de un minuto.

Una foto de ejemplo:

Resolución: 2448×3264. 72 ppp. Profundidad: 24 bits.

Se percibe un poco granulada, en general la escena se ve pálida. Las manchitas que se ven en el puente del metro son del cristal del automóvil desde donde fue tomada la foto.

Sony Xperia M

Mi segundo Sony. Otro sobrino insistió en venderlo, decía necesitar dinero con urgencia, y decidí obtenerlo. Le di el L7 a mi esposa en mayo de 2015, y nuevamente ingresé al «glamour» de Xperia (Nótese el sarcasmo al entrecomillar la palabra glamour). Era un smartphone de gama media, y vista un tanto elegante, como suele tener Sony. Con procesador Snapdragon de 1 GHz, 1 GB de RAM y pantalla de 4″. Estaba bloqueado para sólo poder usarse con Movistar, en esa época así se manejaban las proveedoras de telefonía en México. Quise desbloquearlo; pero ya no pude porque me deshice pronto y tontamente de él.

Sony Xperia M
Me gustaba:
  • Después de prácticamente 1 año de estar usando celulares con pantallas de 4 pulgadas con resolución de 400×800 pixeles, al ver una de 480×854 pixeles me sentía ¡¡¡¡¡ooooooootra vez!!!!! casi en el mundo HD, a pesar de que este aparato distaba mucho de ello, su DPI era de 245; pero era muy bueno de acuerdo al tamaño de la pantalla.
  • Su luz LED de la parte inferior, a manera de notificación. Al poder configurarse el color de acuerdo a la aplicación que lo usara, podía saber de qué aplicación era la notificación que llegaba sin siquiera tocar el teléfono.
  • Al tener más RAM (1 GB), este teléfono SÍ aprovechaba el procesador y funcionaba muy fluido. La aplicación de Facebook corría con un lag prácticamente imperceptible.
  • Traía mucho software de fábrica para el mejoramiento de imágenes, así, no tenía que andar descargando Snapseed ni otras malas influencias.
  • Botón físico para activar la cámara, como en los viejos tiempos. A mí siempre me ha parecido muy útil aunque se vea un tanto fuera de moda.
  • El reproductor de música contaba con muy buenas opciones para la mejora del audio.
  • Widget animado del clima sin necesidad de descargar ninguna aplicación adicional.
  • Pantalla resistente a rayones.
No me gustaba:
  • Sony insiste en tener su propio grupo de aplicaciones para reemplazar a las más usadas, tenía su propia versión de Whatsapp, de Facebook, de Twitter, y además, se prestaba a confusión, ya que NO advertía abiertamente que NO eran las aplicaciones oficiales, y sus iconos eran muy parecidos.
  • Exceso de servicios de pago, apps que sólo muestran comerciales, y así. Desinstalé todas las que pude, ya que no lo quise rootear.

Samsung Galaxy S3 Mini

Me habían dicho que podía obtener un LG G3 al ridículo precio de $2,000.00 pesos mexicanos (cuando su precio normal pasaba de MXN $8,000), pero resultó ser un clon chino que calificaba como gama baja, y que además NO reconocía las tarjetas SIM a pesar de estar liberado. El que me lo vendió me dijo que lo esperara unos días y me lo cambiaba, cosa que cumplió, y me dio este Galaxy en mayo de 2015. Un teléfono de gama media bastante decente, con buenas prestaciones para lo que yo utilizaba, y sin nada de LAG. Ha sido de los que más me han gustado, con su procesador Dual-Core y 1 GB de RAM.

Samsung Galaxy S3 Mini

Me gustaba:

  • La capa de personalización TouchWiz por fin se veía madura, con iconos de tamaño adecuado y una buena organización de funciones.
  • En la barra superior tenía accesos directos a muchas opciones, más que ningún otro.
  • La pantalla Súper AMOLED daba muy buen contraste.
  • Traía cámara frontal, aún era una novedad en esa época.
  • Buen volumen de audio.
  • Al ser un modelo muy popular, encontraba con facilidad accesorios, fundas, micas, etc., prácticamente en todos lados, todo mundo lo conocía.
No me gustaba:
  • La parte de atrás era lisa, de plástico, y aunque aún así se veía un poco elegante, hacía que el teléfono resbalara con facilidad, tanto en superficies planas como incluso de las manos. No me sucedió nunca; pero siempre tuve un pequeño temor de que un día se me resbalara.
  • Al encenderlo tardaba más que otros en pasar de las pantallas de inicio para poder ser usado. Supongo que se debía a la complejidad de Android con lo que le agrega Samsung.
  • Los botones capacitivos de «Atrás» y «Más» estaban invertidos respecto a la mayoría de los teléfonos celulares de la época.
  • De vez en cuando, y sin motivo aparente, se ponía lento, y no siempre mejoraba con el reinicio; no obstante, esto no afectaba la funcionalidad de aparato.
  • La funcionalidad de «snooze» en la app de despertador (propia de Samsung) hacía que el tono que sonaba a los 10 minutos durara 1 segundo, era difícil escucharlo y varias veces me quedé dormido más de la cuenta. Yo, que soy tan difícil de despertar temprano.

Una foto de ejemplo:

Resolución: 1920×2560. Profundidad: 24 bits. 72 ppp. ISO:50 f/2.6 Velocidad de obturación: 1/100 s. Distancia focal: 3.54 mm.

Aunque la toma está prácticamente a contraluz, se puede percibir el detalle en las ramas secas de los árboles y en el contorno de las nubes. La granulación yo la atribuyo a la hora del día en que fue tomada la foto, y a la menor cantidad de luz.

Motorola Moto G Ferrari

El sobrino de siempre me ofreció este aparato como un muuuuuuy buen prospecto; pero me agarró en un momento en el que mis finanzas personales estaban en el suelo, se lo comuniqué y le dije que no tendría dinero sino hasta casi 3 meses después, y que muchas gracias. Me volvió a llamar, aceptó que yo le pagara hasta entonces, y me cambió el teléfono, en una actitud que yo interpreté como mucha confianza hacia mi persona. Todo esto sucedía en julio de 2015.

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Me gustaba:
  • A pesar de ser considerado un teléfono de gama media, varias de sus especificaciones estaban por encima del estándar de la época para dicha gama:
    • Pantalla Gorilla Glass.
    • Resolución HD en pantalla de 4.5 pulgadas, 720×1280 pixeles y DPI de 288.
    • Grababa video en HD.
  • Con sus 1.2 MHz, GPU Adreno, y 1 GB de RAM, andaba muy, pero muy rápido, hasta parecía que tuviera hardware más potente.
  • Como en esa época Motorola era propiedad de Google, este teléfono venía con Android Puro, me gustaba su interfaz (con Android 4.4 KitKat).
  • LAG inexistente, en el tiempo que lo usé nunca, nunca, nunca, se me hizo lento ni se me congeló, eso me convenció de que Android Puro es una mejor opción que las capas de personalización vistosas pero pesadas.
  • Sus colores negro con unos toques de rojo me parecían elegantes.
  • Al encenderlo su animación me gustaba, en mi opinión ha sido la más bonita que he visto en teléfono alguno hasta ahora. Sí, eso no sirve para nada, pero se veía hasta un poco inspiradora.
  • Incluía un pequeño LED en la parte frontal que se encendía en color blanco para indicar que había nuevas notificaciones. Sólo era color blanco, pero al menos a mí sí me era muy útil para saber si valía la pena desbloquear el teléfono o no.
  • Su aplicación de cámara tenía opciones de configuración muy útiles y prácticas, un modo de ráfaga muy rápido (20 fotos por segundo, por ejemplo). Incluso al cambiar a mi siguiente celular la busqué en Google Play, así como en otras tiendas, y no la pude descargar, ya que es sólo para Motorola.
No me gustaba:
  • La palabra Ferrari en la parte de abajo, me parecía que las letras eran muy grandes.
  • Me daba la impresión de que la relación largo/alto lo hacían ver un poco «angosto». (Esto es una percepción personal). Después se pondrían un poco de moda los teléfonos con proporción 18:9, ironías de los diseñadores y el mercado consumidor.
  • A pesar de que Motorola juraba y perjuraba que este modelo SÍ se actualizaría a la siguiente versión de Android (Android 5, también llamado «Android L»), nunca apareció notificación alguna para ello, ni por vía OTA ni por conexión USB a la computadora con el software de Motorola. Tuve que hacerlo con Root, por mi cuenta.
  • Nunca supe exactamente de qué generación era: las diferentes páginas de Motorola NO hablaban de este modelo (XT 1003 según el menú «Acerca del teléfono»).
  • En una ocasión la batería se agotó, y al conectar el teléfono este no encendía ni mostraba la animación de que estuviera cargando, el teléfono simplemente se murió, y yo me asusté mucho. Busqué en internet, y vi que era un problema algo común en Motorola, recomendaban dejarlo cargando hasta que diera señales de vida. Lo hice, y para mi fortuna el aparato regresó de entre los muertos para seguir dándome servicio. Sólo me pasó una vez, y la batería no funcionó ni mejor ni peor.
  • No tenía memoria expandible mediante tarjeta Micro SD, ni de ninguna otra, sólo memoria interna (la cual nunca llené).

Una foto de ejemplo:

Resolución: 1944×2592. Densidad de pixeles: 96 ppp. Profundidad de color: 24 bits.BP

Se perciben detalles finos como las estrías de la uña y la superficie rugosa del helado, el fondo se ve desenfocado a pesar de ser un teléfono con una sola cámara, supongo que el software de post procesado tenía implementado algo de fuzzy logic.

Sony Xperia ZL

Mi primer «gama alta», y de Sony, ésos que quieren que te quedes en su ecosistema de aplicaciones, así como Google quiere que te quedes en el suyo. Me insistieron mucho en cambiarlo por mi Moto G Ferrari, ya que aquél estaba liberado para usarse con cualquier compañía telefónica y éste no. Al final me convencieron sus 2 GB de RAM, su procesador Snapdragon S4 Pro y su pantalla Full HD. En noviembre de 2015 caí nuevamente en las garras de Sony.

Sony Xperia ZL
Me gustaba:
  • Su resolución de pantalla Full HD (1080×1920 en 5 pulgadas de tamaño de pantalla e impresionantes 440 DPI). Era imposible distinguir un pixel a simple vista.
  • Grababa video en formato Full HD en AMBAS cámaras: frontal y trasera.
  • Sus 2 GB de RAM lo hacían ir muy fluido con aplicaciones y juegos, sin nada de LAG.
  • También contaba con un LED indicador de nuevas notificaciones, no configurable pero los colores se encendían según el color «oficial» de las aplicaciones: verde para Whatsapp, azul para Facebook y Outlook, blanco para otras aplicaciones, rojo intermitente para indicar baja batería, rojo fijo al llevar cargando un porcentaje entre 0 y 14%, ámbar para una carga entre 15 y 89%, verde para una carga entre 90 y 100%.
  • Los temas para personalizar la apariencia. Siempre me ha gustado esa parte de Sony (y de Nokia en sus teléfonos que usaban S40 Series como sistema operativo).
  • Botón físico dedicado para la cámara.
  • Las aplicaciones adicionales para la cámara, exclusivas de Sony, con efectos creativos muy interesantes aplicables directamente en la cámara antes de tomar la foto, siguiendo la filosofía WYSIWYG, y sin tener que instalar ningún software adicional.
  • Compartimiento para tarjeta Micro SD.
  • Su reproductor musical nativo contaba con muchas opciones, y lo mejor de todo: sin publicidad (Sí, Spotify y similares APESTAN).
  • Quien me lo vendió lo compró con Android 4.4, cuando él lo tuvo se actualizó a Android 5.0, y posteriormente conmigo se actualizó a Android 5.1. ¡¡2 actualizaciones oficiales!! NUNCA había visto eso en Smartphones que no fueran de la serie Nexus de Google. Posteriormente leí que es política de Sony cuidar más este aspecto que el promedio de los fabricantes. Punto para Sony en las actualizaciones, le lleva bastante ventaja a sus competidores Android en este tema.
  • Aunque estaba en un menú diferente al esperado, tenía una opción que podía activarse para que el teléfono emitiera un tono sonoro (NO configurable) y de esta manera indicar que la batería estaba completamente cargada.
  • Una opción para indicar permanentemente el porcentaje de carga de batería, sin necesidad de descargar ninguna aplicación adicional para ello, en esa época, esta característica no venía incluida de serie en Android.
  • Sus wallpapers de stock me parecían elegantes.
  • Incluía un puerto infrarrojo para que el teléfono fuera utilizado como control remoto de diversos aparatos electrodomésticos, y su app correspondiente. ¡Horas de diversión encendiendo y cambiando de canal de televisores en lugares públicos como supermercados o tiendas departamentales, jejejejejeje! En casa, con el mismo teléfono controlaba la TV de mi recámara, de la sala de estar, los reproductores de DVD… en fin, una chulada de función.
No me gustaba:
  • La insistencia de Sony de que usaras sus propias aplicaciones: su propia tienda, su propia aplicación de Facebook, su propia aplicación de Twitter… seguían con lo mismo, no sé si realmente les era rentable.
  • Aplicaciones que se promovían como «nuevas experiencias» y en realidad eran mensajes publicitarios: trailers de películas, comerciales de juegos, comprar canciones o discos, aplicaciones, etc. y lo peor es que no las podía borrar, ya que eran «de sistema» (pero de sistema para buscar mayores ventas, claro).
  • Su batería tardaba mucho en cargarse para mi gusto.
  • Su diseño de bordes angostos lo hacían parecer más pequeño que otros celulares, a pesar de que su pantalla era de 5″. Esto era más por estética y gusto personal mío. habrá a quienes les guste más. Actualización 2020: En estos días están de moda los bordes delgados. ¡Lo que hay que ver, carajo!
  • Su pantalla de bloqueo de stock tenía pocas opciones de personalización.
  • El sonido de su bocina me parecía un poco bajo, y no me atreví a aumentarlo con los códigos para Android que circulan por internet.
  • Aunque las páginas especializadas hablaban de una «ligera capa de personalización», en realidad sí se veía bastante diferente que el KitKat o Lollipop puros.
  • Su cámara frontal era de sólo 2 Megapixeles para tomar fotos, en una época donde el estándar para la gama alta era de 5, nunca entendí por qué decidieron dejarla en 2. Quizá como compensación, ambas cámaras tenían el sensor Exmor, volviéndolo único en el mundo por cuidar casi de igual manera tanto la cámara de selfies como la trasera.

Una fotografía de ejemplo:

Resolución: 2204×3920. Densidad de pixeles: 72 ppp. Profundidad de color: 24 bits. Distancia focal: 4.1 mm. f/2.4 Tiempo de expoición: 1/30 s. ISO: 800. Compensación de exposición: 0.

La textura de los bombones carbonizados se ve con nitidez. El balance de luz es adecuado, aunque se percibe un leve resplandor en la parte blanca del bombón de la derecha.

BLU VIVO XL2

Debido al fuerte sismo ocurrido en septiembre 19 de 2017, mi esposa y yo decidimos que nuestro hijo que en esos días cursaba la escuela secundaria tuviera un teléfono móvil con el que pudiéramos comunicarnos con él en caso de emergencias, por lo que a pesar de las limitaciones económicas (sí, ya me voy a callar con ese tema), optamos por comprar otro teléfono celular que yo usaría, y le daría el Xperia ZL a mi hijo.

Después de mucho revisar, y tras leer un artículo en una revista de divulgación científica para bachilleres en el que se mencionaba que en estos casos la opciones a analizar se redujeran a cuando mucho 4 (cuatro) productos, al final tuve que elegir entre este y un ZTE Blade V6 Plus. Me decidí por la marca estadounidense porque me convencieron sus 32 GB de almacenamiento interno y sus 3 GB de RAM. Lo usé desde septiembre de 2017 hasta enero de 2020.

BLU-Vivo-XL2-821
Me gustaba:
  • El tamaño de su pantalla, 5.5 pulgadas a 720×1280, DPI de 267, no tenía que usar una lupa para ver las cosas, los videos se podían ver con comodidad.
  • Sus 3 GB de RAM, el lag ya era sólo un mal recuerdo.
  • Su pantalla Corning Gorilla Glass resistente rayones, siempre se vio lisa y brillosa. Actualización 2022: La pantalla sigue viéndose lisa y brillosa.
  • Supongo que el fabricante, consciente de que su marca es poco conocida, en esos tiempos enviaba más accesorios que muchos de sus competidores, entre otras cosas, la caja incluía:
    • 2 (sí, dos) plásticos para adherir en la pantalla y protegerla.
    • 1 funda de plástico.
    • Manos libres.
    • Cable OTG.
  • Su sonido era bastante bueno, podía usarlo para escuchar música con un poco de ruido ambiental.
  • Su cámara frontal de 8 Megapixeles (sin flash, pero eso es peccata minuta).
  • Tenía un muy buen modo nocturno en su cámara, y modos de escena bastante inteligentes.
  • El acabado de la parte trasera me parecía un bonito detalle, era de plástico pero se veía elegante. Además, el plástico no dificulta la captación de señal, como sí lo hacen la cerámica, el Aluminio, y otros materiales vistosos pero inútiles.
  • Ya estaba liberado de fábrica e incluía espacio para 2 Simcards.
  • Incluía LED indicador, aunque al igual que el Motorola Ferrari (y a diferencia de los Sony), no era posible configurarlo con el color que desearas, únicamente encendía el verde parpadeante para notificaciones, verde fijo para carga entre 90 y 100% (mientras tuvo Android 6), el azul para indicar carga de la batería entre 15 Y 89%, rojo intermitente para indicar un nivel de carga de la batería de 15% ó menos, y rojo fijo para indicar que la batería se estaba cargando pero aún no alcanzaba el 15%.
  • Aunque BLU es una marca conocida por su pobre política de actualizaciones del S.O.; este modelo se actualizó de Android 6.0 a Android 7.0 en enero de 2018. Algo es algo (y yo, iluso pobre diablo como soy, durante todo el tiempo que lo usé seguí abriendo su sección de «Actualización del Sistema» para ver si se apiadaban y mandaban Oreo, aunque sabía que eso era abrigar sólo vanas ilusiones). También siguieron mandando algunos parches de seguridad.
No me gustaba:
  • Era muy restrictivo en sus controles de seguridad: bloqueaba muchas apps y en el soporte técnico sólo me decían: «restáurelo de fábrica». Mi app favorita de Despertador era Timely, este teléfono me la bloqueaba, así que sí o sí tenía que usar la de stock, fea como ella sola (después eso cambió, como un 2%). Los bloqueadores de pantalla («lockscreen») se desactivaban si yo reiniciaba el teléfono, la única que funcionaba después de reiniciar era -¡por supuesto!- la horrorosa opción de fábrica. Y así, con muchas apps.
  • La resolución de su pantalla. Y volvemos a lo mismo, aunque era HD (720×1280 pixeles, 5.5 pulgadas, 267 DPI), podrían haberle puesto Full HD y estaría perfecto.
  • Si se usaban 2 SIMcards simultáneamente, eso impedía utilizar la memoria MicroSD, ya que la SIM 1 compartía espacio con la Micro SD. Después supe que esa es una práctica común en la industria. En internet una vez vi un truco («hack«) para quedarte sólo con la parte metálica de una tarjeta Nano SIM y ponerla encima de la Micro SD; pero como ello implicaba un alto riesgo de terminar destruyendo la Nano SIM, preferí no hacerlo.
  • Aunque por enfrente su pantalla Gorilla Glass no me daba problemas, en la parte trasera del equipo pasaba todo lo contrario: decidí usarlo con su funda para proteger los acabados de caídas, y aún así se le hicieron rayaduras delgadas a toda la parte de atrás, incluyendo la mica de la cámara trasera. Las fotos NO mostraban esas rayaduras; pero a la hora de venderlo los posibles compradores siempre chillan por esos temas de estética.
  • Mi queja principal: su «versión construida personalizada». Era mala por cualquier lado, tan mala, que mi queja en este punto será extensa:
    • Sólo al encenderlo ya te dabas cuenta por dónde iba el asunto: la ROM era un maldito clon de Apple iOS, la primera pantalla eran el logotipo de la marca en color negro sobre fondo blanco y la leyendita «Powered by Android» también en color negro sobre ese mismo fondo blanco. Igual que la manzana mordida en color negro sobre fondo blanco de iOS. Después de eso mostraba una animación propia de la marca y un tono sonoro propios.
    • Google ha hecho un gran trabajo con la barra de notificaciones… mismo que esta ROM echó a perder olímpicamente: en la parte superior se mostraban sólo notificaciones de mensajes y avisos de las aplicaciones, mientras que el control del brillo, modo avión, linterna, puerto de datos, etc. ¿adivinen dónde se ubicaban? ¡Claro, en la parte inferior, como en iOS! De pura pena ajena.
    • Su aplicación nativa de fotogafías era un clon de la de iOS: casi la misma ubicación de los comandos, mismos colores de letras blanco y ámbar, en fin, más pena ajena.
    • Su pantalla de bloqueo podía configurarse para usar un pin… y al presionar los números, éstos se iluminaban… sí, adivinaron: como los de la pantalla de bloqueo de iOS. Hasta los circulitos alrededor de los números le copiaron.
  • Su app de Radio FM era más parecida a un gancho para vender publicidad: si se usaba el sintonizador básico, constantemente la pantalla mostraba «información» de la estación sintonizada que uno NO había solicitado y publicidad en la parte inferior, obtenida de internet, y no había manera de desactivarla, incluso en la configuración de Android intenté desactivar todo acceso de la app hacia internet, incluso desde WiFi, y no funcionó. En Google Play pedí que en vez de esa información mejor implementaran RDS pero desde luego, no me hicieron caso, eso sería perder ingresos por publicidad. Me recordaba a Outlook para Android que hace lo mismo de conectarse a internet quiera el usuario o no.

Una fotografía de ejemplo:

Resolución: 3120×4160. Densidad de pixeles: 72 ppp. Profundidad de color: 24 bits. Distancia focal: 3.5 mm. f/2.2 Tiempo de exposición: 1/1600 s. ISO: 116. Compensación de exposición: 0.

Los colores son muy realistas, Buena nitidez en los primeros planos, aprovechaba muy bien la luz del día.

Mención especial: iPhone 5s

Yo no lo usé, se lo regalaron a mi esposa ya de medio uso, el donante es una persona que cuida mucho, mucho sus aparatos. Lo menciono porque al ayudarle a configurarlo y usarlo, pude familiarizarme bastante con este teléfono. En lo particular, yo deseaba tener un iPhone desde que salió a la venta, pero primero no pude costearlo, y cuando ya pude adquirir aunque sea uno de medio uso, opté por no hacerlo, no me gusta el entorno tan restrictivo. A mi esposa no le interesaba ese tema, muchos de los servicios ofrecidos por Apple no tenían ningún uso práctico para ella.

iPhone 5s
Me gustaba:
  • Su gestión de recursos. Es sabido que iOS hace más con menos, y definitivamente se podía ver en el uso diario del teléfono: ningún lag, ningún cuelgue, ni siquiera las animaciones se veían entrecortadas, todo era fluidez, a pesar de tener menos memoria RAM y procesadores a menos MHz que sus contrapartes Android que salieron en la misma época (año 2013).
  • La continuidad visual en la interfaz, eso ayudaba a hacerlo más intuitivo con el uso diario, y es un gran acierto.
  • Su bocina, es realmente impresionante, sonaba tan bien como el primer día, tan es así que en los días en que escribí esto (octubre de 2020), muchas veces me sobresaltaba cuando mi esposa ponía algún contenido con sonido, realmente es durable.
  • La resolución de su pantalla, debido al tamaño reducido de sus pixeles, aprovecha al máximo los 640×1136 que posee (DPI de 326) y muestra detalles muy nítidos, más de lo que se esperaría en sus 4» (y hay que decirlo: ningún Android lo pudo igualar cuando las 4 pulgadas eran el estándar). Definitivamente, las pantallas Retina tienen lo suyo, debo reconocerlo.
  • Ese ambiente de elegancia en las interfaces de las aplicaciones: colores claros mezclados con oscuros, degradados sin exagerar, hay mucho equilibrio entre el minimalismo tan de moda en estos tiempos (todavía, ¡iugh!) y los elementos más «pesados» y vistosos.
  • La batería pierde poca funcionalidad después de muchos años de uso, aún cargaba mucho muy rápido y el de mi esposa en particular, 7 años después de haber sido comprado aún duraba un 70-80% de lo que originalmente se especificaba.
  • La característica estrella de iOS: Las actualizaciones. Aún en 2020 Apple enviaba actualizaciones de seguridad, de correcciones de errores importantes, básicamente. NINGÚN Android ha hecho eso jamás después de tantos años, es la diferencia más marcada entre unos y otros. Llegó a tener iOS 12 y ahí se quedó, no obstante, ese sistema operativo salió en el año 2018, es decir, 5 años (sí, cinco años) después de que se pusiera a la venta el teléfono aquí referido, de hecho, es como si un teléfono Android que salió con Jelly Bean 4.2, lograra actualizarse ¡hasta Android 9.0 Pie! Punto in-dis-cu-ti-do para Apple.
No me gustaba:
  • El nulo control sobre la personalización, te tienes que conformar con lo que Apple dice que debe gustarte y ser bueno para ti, imposible cambiar iconos, agregar launchers, «escritorio limpio», cajón de aplicaciones, bloqueadores de pantalla… sólo puedes cambiar los tonos de sonido y los fondos de pantalla. Y di que te fue bien.
  • ¿Sony y Google quieren que te quedes en sus ecosistemas de apps y eso te parece mal? ¡Agárrate, que Apple es el rey de la cautividad! hay cosas que sólo puedes hacer con iCloud o con iTunes, como respaldar el contenido de tu teléfono. Hubo un tiempo (año 2010) en que hasta para imprimir en papel desde un iPhone tenías que abrir iTunes. Los servicios son desarrollados por ellos, quieren que consumas sólo Apple TV, nada de poder «instalar aplicaciones de fuentes desconocidas», es App Store, o nada. Es Apple, o nada.
  • Notificaciones y configuraciones deslizando hacia arriba y hacia abajo en la pantalla, y poca posibilidad de hacer algo con ellas más allá de verlas. Han corrido ríos de tinta electrónica sobre los sistemas de notificaciones de Android e iOS, y el primero ha salido mejor calificado siempre. Punto in-dis-cu-ti-do para Android.
  • los iPhone son teléfonos premium, y todos te lo recuerdan, bastantes apps que en Android son gratis, aquí sí tienes que pagarlas, asimismo cables, audífonos, etc., son más caros y Apple constantemente busca maneras de detectar genéricos no fabricados por ellos para recordarte que «es mejor el original», llegando hasta la imposibilidad de usar completamente a tu gusto el teléfono (o los avisos en la pantalla porque no estabas usando un cargador original fabricado -y vendido- por Apple).
  • Características que en Android llevan a veces años existiendo, y que en iPhone aparecen como «novedosas novedades», si es que lo hacen, caso concreto la posibilidad de responder mensajes desde la barra de notificaciones, o la doble cámara fotográfica.

Una fotografía de ejemplo:

Resolución: 2448×3264. Densidad de pixeles: 72 ppp. Profundidad de color: 24 bits. Distancia focal: 4.15 mm. f/2.2 Tiempo de exposición: 1/2500 s. ISO: 32. Compnesación de exposición: 0.

En el segundo y tercer plano se pierde un poco de detalle. Aunque la imagen parezca pálida, es muy apegada al color real, la escena era un día nublado.

Huawei Mate 10 Lite

En diciembre de 2019 mi teléfono Blu empezaba a acusar fallas ya perceptibles en la batería, ya no me duraba todo el día y por mis actividades laborales eso era un lujo que no podía darme, así que empecé a buscar opciones. Primero busqué reemplazarla pero nadie, a excepción de un solo taller autorizado, logró conseguirla (¿Alguien dijo Huawei Y200?). El taller me quedaba lejos y dicho componente implicaba gastar casi la mitad de lo que me costaría otro teléfono. Sí, soy víctima de la «Obsolescencia Programada«.

Fue en una casa de empeño donde encontré este teléfono, cuando desde luego Huawei ya era algo muy diferente a los bodrios que fabricaba en 2013, y después de ver su doble cámara me decidí a comprarlo. Después vi que al frente también incluía doble cámara 😁😁😁

Huawei Mate 10 Lite
Me gustaba:
  • Su resolución FHD+ y 409 DPIs. Respecto al BLU la diferencia era notable.
  • Su rapidez, el procesador Kirin 659 se mostraba maduro y capaz de responder a mis requerimientos personales. La empresa hizo un enorme esfuerzo por mejorar desde aquella «serie Y».
  • Su diseño delgado y relación de aspecto 18:9. Para esa época ya me gustaban más los teléfonos «angostos» como el Motorola Ferrari.
  • Sus cámaras realmente tomaban buenas fotos, incluso el modo nocturno era el más preciso que yo había visto hasta entonces, todos decían que eran bonitas fotos.
  • Su bocina también era potente, si le ponía tonos de notificación agudos, se escuchaban en toda la habitación.
  • Su capa de personalización vistosa pero sin exagerar.
  • su aplicación de clonar datos, no perdí ni una foto o video, incluso, después tuve que pasar semanas borrando lo duplicado.
  • Su capa de personalización EMUI 8 respetaba el sistema de notificaciones de Android puro, así que la funcionalidad era total.
  • Al igual que el BLU, su flash estaba un poco por encima del estándar, y en modo lámpara iluminaba bastante bien.
  • Los procesadores Kirin tienen la posibilidad de permitir encendidos y apagados automáticos del teléfono, así ahorras batería por las noches.
  • LED indicador de notificaciones. No configurable pero tan funcional como el del Motorola Ferrari.
  • Su cámara frontal tenía flash de verdad, no un marco blanco en la pantalla.
No me gustaba:
  • El entorno restrictivo. Realmente me sorprendió que para poder usarlo, además del ID de Google, TAMBIÉN debías tener un «Huawei ID». Una manera burda que tienen de perfilarte para Big Data, y me hizo pensar en que el veto del gobierno de EU (año 2019) era porque recolectaban datos personales que enviaban a China. Estas acciones me llevaban a pensar que, aunque es un ser humano detestable, Donald Trump pudiera tener algo de razón.
  • No poder personalizarlo con temas o pantallas de bloqueo más que de su tienda, y que eran de pago, se nota que ya ha corrido mucha agua debajo de los puentes desde aquel «smartphone para los pobres». Una aplicación que yo usaba para bloquear la pantalla la tuve que desinstalar, y ni siquiera me permitía hacerlo.
  • Su capa de personalización EMUI ocupaba varios GB de espacio, que podría utilizarse para almacenar otras cosas como nopor.
  • Los bordes de pantalla delgados me dificultaban manipularlo sin que la pantalla reaccionara, en la aplicación Waze varias veces con sólo moverlo me cambiaba el lugar del mapa que yo había marcado.

Una fotografía de ejemplo:

Resolución: 2448×3264. Densidad de pixeles: 72 ppp. Profundidad de color: 24 bits. Distancia focal: 4.15 mm. f/2.2 Tiempo de exposición: 1/2500 s. ISO: 32. Compensación de exposición: 0.

El autofocus funcionaba muy bien, se notaba la inteligencia artificial y los comandos exclusivos del procesador Kirin. Los colores se ven muy realistas.

Huawei Nova 3

En noviembre del año 2020 me asaltaron y me quitaron mi teléfono, por lo que no me quedó más remedio que comprarme otro (México es un país ¡taaaaaaaan retrasado en el aspecto de control de la delincuencia…!) y opté nuevamente por seguir con la marca Huawei, a pesar del veto que en el momento que escribo estas líneas (enero de 2022) aún impide que a sus nuevos equipos les puedan poner los servicios de Google. Afortunadamente, el Nova 3 aún contaba con ellos y la funcionalidad de Android era total, por lo que después de haber verificado el tema, en diciembre de 2020 adquirí este equipo, de medio uso pero en condiciones más que aceptables.

Me gustaba:
  • Su tamaño de pantalla: 6.3″ y resolución FHD+, para un total de 409 DPI´s en modo 19:5.9, alargado y «angosto», pero ya vimos que eso ahora sí me gustaba. Imágenes nítidas y coloridas, era un teléfono muy bien hecho, a diferencia de la bazofia que había adquirido 8 años y medio antes con aquel Y200.
  • Tenía doble cámara enfrente y atrás, la cámara frontal tenía los mismo megapixeles con 24+2 que la trasera, la cual contaba con 16+2 en modo estándar y los 24+2 estaban disaponibles si se utilizaba el Modo Profesional.
  • El «notch». Hay a quienes les gusta, hay a quienes no, a mí sí me gusta, me parece que el teléfono se ve un poco elegante.
  • Era delgado y eso lo hacía verse moderno, costaba imaginar tanta potencia en un espacio tan reducido.
  • Su potencia, el procesador Kirin 970 que incluía realmente era impresionante en rendimiento, la multitarea era totalmente fluida y todas las aplicaciones que usaba, incluso las más exigentes funcionaban sin problemas. Mi hijo llegó a tener este mismo modelo y lo ocupaba para videojuegos, decía no tener ningún problema con él.
  • Sus 128 GB de almacenamiento, estaban algo sobrados para mí y dejaron totalmente de lado la necesidad de alguna tarjeta micro SD, le cabía todo hasta nopor .
  • Sus 4 GB de RAM lo hacían aún más fluido para todos los usos, en el tiempo en que lo compré tenía que utilizar una PWA que consumía muchos recursos, y este teléfono (al igual que el  Huawei Y9 Prime 2019) iba fluido, veía funcionar esa misma PWA en teléfonos de otras marcas con mis compañeros de trabajo y mientras ellos tenían diversos grados de LAG, en el mío todo era fluidez y velocidad.
  • Su carga rápida, le conseguí un cargador veloz y se notaba la diferencia, cargar 3,750 mAh no era rápido; pero el cargador sí lo lograba. Una amistad tenía 2 modelos diferentes de la misma marca, y no tenían esa capacidad.
  • Sus diversos modos de cámara incluidos en la aplicación nativa, tomé muchas fotos simplemente maravillosas, espectaculares, la gente me preguntaba cómo lo había logrado.
  • Muy buen audio, a pesar de contar con sólo una bocina, esta era potente y con un sonido muy cristalino, no distorsionaba los audios aún sonando con el nivel máximo de volumen.
No me gustaba:
  • Tomaba fotos con mucha tendencia a generar tonos marrón-dorado, eso les quitaba un poco de realismo.
  • A pesar de las dobles cámaras, sus fotos con fondo desenfocado (efecto bokeh) eran menos precisas que con el Mate 10 Lite, siempre me pareció que el teléfono desaprovechaba esa capacidad, que subutilizaba su potentísimo procesador y la Inteligencia Artificial que decía incluir para las cámaras, ahí sí, punto para el Huawei Mate 10 Lite.
  • Su LED de notificación se encontraba dentro del altavoz superior, y en el modelo que yo usaba no logré verlo casi nunca, lo que me obligaba a encender la pantalla para ver simplemente si había alguna notificación o no. En el de mi hijo el LED era muy visible sin problemas, así que pienso que fue una reparación mal hecha (y un poquitito de mala suerte para mí).
  • También tenía bordes delgados, y tenía el mismo problema con la aplicación Waze de que la pantalla registrara toques que yo no tenía la intención de hacer, sino que era simplemente por querer tomarlo con las manos.
  • Huawei decidió no actualizarlo a EMUI 10/Android 10, en su página oficial siempre respondieron con su perorata de «el equipo tiene el mejor software de acuerdo al hardware que posee», y aunque varios usuarios les hicieron ver que equipos menos potentes sí habían actualizado a la versión 10, echando así por tierra esa respuesta, fueron totalmente ignorados.

Una fotografía de ejemplo:

Resolución: 4608×3456. Densidad de pixeles: 96 ppp. Profundidad de color: 24 bits. Distancia focal: 3.95 mm. f/1.8 Tiempo de exposición: 1/1000 s. ISO: 50. Compensación de exposición: 0.

El sol resplandeciente, justo antes de salir, se ve un poco exagerado. Los colores del resto de la imagen son apegados a lo real, el cielo se ve algo pálido. Buena compensación entre las partes claras y oscuras de la imagen a pesar de no usar ningún tipo de flash (no tendría caso)

Honor X7

En marzo de 2023 mi querido Nova 3 sufrió la enésima caída; no obstante, en esta ocasión la pantalla sí tuvo daño permanente, aunado a ello, ya había sido cambiada con anterioridad y nunca pudo volver a quedar bien sellada con el resto del cuerpo del teléfono, por lo que era cuestión de tiempo para que dejara de servir; la caída sólo adelantó la sustitución unos meses.

Elegí Honor por tener una continuidad con la interfaz, y aprovechado unas rebajas pude comprarlo nuevo de paquete, así garantizaba algunos pocos años de buen servicio y confiabilidad. Ya conocía la marca cuando era parte de Huawei y me parecía un muy buen «hermano menor». En el momento que escribo esto (año 2023) el veto del gobierno de EU hacia Huawei no sólo no se ha levantado; sino que parece que va a empeorar, por lo que no tuve más remedio que prescindir de los procesadores Kirin (que sólo Huawei tiene derecho a usar) y adquirir lo que había en el mercado.

Por los requerimientos del trabajo que desempeñaba en esos días, buscaba un equipo que tomara fotografías de textos lo más nítidas posible, con buen balance de luz, y al hacer pruebas en la tienda entre el Honor y un Motorola G42, me decidí por este equipo.

Me gustaba:
  • Tomaba fotografías a 48 Mpx cuyo resultado era bastante aceptable. Aunque no soy fotógrafo, sé que los megapixeles no lo son todo en una imagen digital; pero eran una opción si llegara a necesitar una imagen con esa resolución.
  • El diseño y la disposición de sus 4 cámaras llamaban la atención, y aunque a mí me parecía un poco de espacio desperdiciado, era agradable a la vista ver 2 grandes círculos, también a mucha gente le gustaba ese diseño.
  • Su modo nocturno era uno de sus puntos más fuertes: las fotografías salían con excelente balance de luces y sombras, muy poco ruido y bastante nitidez, este teléfono le apostaba más al post procesamiento para no mantener abierta la lente mucho tiempo en el momento de la toma. Hasta el momento de escribir estas líneas (octubre de 2023) era el teléfono con el mejor modo nocturno que había tenido.
  • Su diseño exterior con bordes traseros curvos (la pantalla NO era curva) lo hacían ver elegante, de una gama superior a la suya.
  • Buen sonido multimedia, sin ser extraordinario la experiencia de escucha era razonablemente satisfactoria.
  • Podía tomar video utilizando las cámaras frontal y trasera de manera simultánea.
  • Incluía un cargador bastante rápido. Era la época en que varios fabricantes YA NO daban el cargador al adquirir el teléfono (Apple: gracias por nada, grandísimo HDP), pero Honor iba en su propia dirección.
  • Podía tener una frecuencia de actualización de pantalla de 90 Hz; aunque para ser sinceros, nunca vi la diferencia respecto a los 60 Hz de la mayoría de los equipos de la época.
  • Su batería de 5,000 mAh me duraba un día entero, a veces hasta 1 día y 3/4 del siguiente, con un uso entre normal e intenso.
  • La interfaz 99% similar a EMUI hizo que yo no tuviera curva de aprendizaje: tanto esta como «Magic OS» tenían prácticamente todo en el mismo sitio.
  • Se actualizó de Magic OS 4.2 y Android 11, a la versión 7.1 con Android 13, cumpliendo la promesa que la marca había hecho, a diferencia de aquel Motorola Ferrari del que ya platiqué.
  • Con dicha actualización, el teléfono ejecutaba más rápido sus aplicaciones, era perceptible a simple vista una menor latencia.
  • Magic OS 7.1 ya traía de serie una funcionalidad que te avisaba con pequeños puntos de colores si una aplicación utilizaba el micrófono, la cámara o el GPS. Sí, copiado de iOS también; pero es una funcionalidad muy útil para aquellas aplicaciones que no son lo que dicen ser.
No me gustaba:
  • Su resolución de pantalla era «sólo» HD+, 1600×720 con DPI de 260. Después de 3 años utilizando interfaces Full HD, sí era perceptible la diferencia de nitidez; aunque para ser sinceros, en el día a día olvidaba este tema, y muchas personas que lo llegaron a ver, no se daban cuenta tampoco de la diferencia.
  • Se notaba que había una diferencia notable en el procesador respecto al Kirin 970 del Nova 3, el Snapdragon 680 sufría para mostrar fotografías: mostraba primero una imagen de resolución un poco baja, y se veía cómo iba generando la imagen real con desplazamientos horizontales de derecha a izquierda y de abajo hacia arriba. Aunque este proceso se hizo más rápido con la actualización a Magic OS 7.1, seguía siendo perceptible.
  • Su pantalla de bloqueo por defecto era la -ya abandonada para ese entonces- «Cambio de portadas», sin nuevas imágenes y ya muy vistas. Claro que instalándole temas, muchos de ellos venían con su propia pantalla de bloqueo. ACTUALIZACIÓN: Al actualizarse, esta pantalla de bloqueo se actualizó también, y la nueva versión ya traía nuevas (y bonitas) imágenes. Al final resultó que NO estaba abandonada.
  • Aunque Huawei tenía como «oficial» una app llamada «Themes Manager» (y que se mal traducía como «Temas Gerente» 🤣😂🤣), en este teléfono aparentemente funcionaba, los temas sí se podían descargar; pero la aplicación propia de temas de Honor no los reconocía. Tenía que cambiar la extensión de los archivos de temas descargados y moverlos a una carpeta que era inaccesible si el teléfono no estaba rooteado. No quise hacerlo, para ese tiempo, ser root ya no valía tanto la pena como en la época del Galaxy Young.
  • No podía personalizar las fuentes tipográficas si no pagaba por ellas, sólo había unas pocas, casi todas de estilo «mano alzada». Aunque sé que tienen derecho a vender lo que gusten.
  • Los procesadores Kirin permitían tomar fotografías con «belleza facial» respetando la nitidez de los textos pequeños que yo necesitaba fotografiar; los Snapdragon 680 me dejaban muy borrosas las letras si usaba dicha opción de belleza, por lo que tuve que dejar de hacerlo.
  • El sensor de huellas situado en el botón de encendido: era una lata que se desbloqueara cuando yo sólo quería ver la hora en la pantalla de bloqueo, y cuando yo quería de verdad desbloquear la pantalla no lo hacía. Varias veces llegué a guardar el teléfono en el bolsillo sin darme cuenta que se había desbloqueado, o bien me quitaba tiempo tratar de desbloquearlo sin éxito. En mi opinión, es mejor un sensor de huellas separado del botón de encendido.
  • Con la nueva actualización, el «Centro de Control» se veía muy similar a ¡¡oh sorpresa!! el de iOS 🤮🤮🤮con diseños similares para las barras de control de brillo y volumen. Igualmente la interfaz nativa de la cámara, se mostraba en tonos ámbar, negro y blanco. ¿Por qué seguían haciendo eso? No todos queríamos que los Android se parecieran a los iOS; y tampoco es que Apple fuera el rey de la ergonomía.

Fotografías de ejemplo:

Cámara principal:

Resolución: 4000×3000. Densidad de pixeles: 72 ppp. Profundidad de color: 24 bits. Distancia focal: 4.75 mm. f/1.8 Tiempo de exposición: 1/640 s. ISO: 100. Compensación de exposición: 0.

Buen nivel de detalle en los reflejos de los automóviles, en el pasto y en las jacarandas. Color muy apegado a lo real.

Cámara macro:

Resolución: 1200×1600. Densidad de pixeles: 72 ppp. Profundidad de color: 24 bits. Distancia focal: 1.68 mm. f/2.4 Tiempo de exposición: 1/640 s. ISO: 100. Compensación de exposición: 0.

Nitidez en las gotas de agua, buen balance de blancos, pétalos detallados.

Gran angular:

Resolución: 2592×1944. Densidad de pixeles: 72 ppp. Profundidad de color: 24 bits. Distancia focal: 1.45 mm. f/2.2 Tiempo de exposición: 1/6400 s. ISO: 100. Compensación de exposición: 0.

En los extremos izquierdo y derecho se percibe un poco de distorsión, casi imperceptible; el resto de la fotografía se ve con proporciones adecuadas. El color es realista en general. Me parece un buen post procesamiento para que la imagen sea nítida y parecida a como lo ve el ojo humano.


Hasta aquí el conteo por el momento, son todos los equipos que he utilizado.

Casi todos los que he utilizado han sido con Telcel (América Móvil) como proveedor de señal, ya que tengo familia en el sureste de México y durante mucho tiempo este fue el único proveedor que cubría las poblaciones en donde me muevo en vacaciones.

Desde octubre de 2018 uso Movistar, ya tienen cobertura en esas localidades.

4 respuestas a “Mis teléfonos celulares – Actualización 2023: incluye ejemplos de fotos tomadas con algunos de los equipos mencionados.

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  1. Te comento que el Pantech Zpiga SÍ tenía un cable para conectarlo a la PC. Yo lo tuve. Cuando compré el teléfono pregunté por ese cable y me dijeron que no existía, pero fui a la fayuca de mi ciudad y ahí lo tenían, creo hasta la fecha conservo el software que era necesario para lograr la conexión entre teléfono y PC

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